Poesía y crónica, castas y celebraciones, en la mesa 2 del Cuarto Congreso de Temas Novohispanos

Los poemas mudos, nacidos como una moda en Europa en el renacimiento, se convirtieron en un género a caballo entre lo lúdico y lo conmemorativo en la Nueva España, y nos recuerdan mucho al uso de emoticonos y otros elementos gráficos en nuestros días, trascendió durante el segundo día del Cuarto Congreso de Temas Novohispanos, desarrollado a través de las redes sociales de El Colegio de Morelos.
Al presentar la ponencia “Cómo reconstruir dos poemas mudos incompletos. Del texto a la imagen y de la imagen al texto”, María Isabel Terán Elizondo explicó que los poemas mudos nacen debido a la curiosidad generada por los jeroglíficos egipcios, y tienen su origen en la idea de que la naturaleza es portadora de contenidos significantes, como sostenían Picco de la Mirandola, y Marsilio Ficino.
Durante su charla, recordó que los poemas mudos se usaron sobre todo en ocasiones como la llegada de los virreyes, en certámenes literarios y otros semejantes, y detalló la existencia de diferentes tipos de poemas visuales de la época, y su ejercicio para ciertas ocasiones, temas y/o personajes.
En su turno a la mesa 2, José Manuel Meneses Ramírez, expuso en “Hacia una racionalidad de lo monstruoso en las tablas de castas”, que esta representación gráfica de la época es una muestra de violencia normalizada, y aceptada cotidianamente en el imaginario novohispano.
Por su parte,Liviu Popescu, en “Conquista y conquistadores de la Nueva España en la visión Mestiza del Siglo XVI” basada en el trabajo de los tres principales cronistas mestizos. Explicó cómo relatan la participación de algunos señores nahuas al lado de las huestes españolas, más allá de los juicios.
Emiliano Canto Mayén, en la charla “Ayer repiques, hoy dobles, ayer trono, hoy sepulcro. Las honras fúnebres a Luis I en los dominios hispánicos de ultramar 1724-1726”, analiza el caso único de Luis I cuya coronación y fallecimiento se suceden con apenas ocho meses de diferencia debido a la lentitud con la que viajaban las noticias, ocasionando que ambas noticias se recibieran casi una junto a la otra, lo que obligaba a la creación de una narrativa en favor de la Corona española, pese a la tragedia.
